Pocos actores españoles logran triunfar en Londres, enhorabuena. ¿Cómo lo lograste?
Con respecto a Peter Pan, el mérito es de Tomás Padilla, el productor de Theatre Properties, que se aventuró a llevarnos allí, asumiendo muchos riesgos. Gracias a su esfuerzo y temeridad, se representó por primera vez un musical en castellano en el West End dentro del circuito comercial. Todos los que formábamos la compañía hicimos un esfuerzo simétrico, saliendo a escena cada día con convicción en nuestra propuesta y manteniendo la energía y la ilusión intactas. Al principio no fue fácil, éramos un producto diferente, ni mejor ni peor que el estándar local, pero diferente y costó que el público entrara en nuestro juego. Luego el boca a boca empezó a funcionar y conseguimos acabar con el teatro casi lleno. A mí me tocó ser una especie de Del Bosque, pero el esfuerzo y el éxito es de todos.
Después estrené allí “All about my truth” mi espectáculo personal en el Cellar Door Club. Yo siempre había querido hacer algo así en Madrid, pero me ponía (y me sigo poniendo, je, je..) mil excusas. Cuando surgió la oportunidad de hacerlo en Londres, después de comprobar que estaba despierto, me armé de inconsciencia, mentí asegurando que hacía este tipo de espectáculos continuamente en España, y me comprometí a hacerlo no uno sino a cuatro domingos consecutivos. Me fui a Barcelona a casa de mi amiga Cindy Izillo y en dos días montamos el repertorio de canciones, con números clásicos, experimentos como un medley del “Te quiero” de Benedetti y Favero con el “Loving you” de Sondheim y un par de coplas para cerrar. Escribí un hilo conductor que reflexionaba sobre las mentiras que de tanto repetir nos acabamos creyendo y ¡funcionó! Para mi sorpresa conseguí que gente del público confesase en público alguna de sus mentiras habituales… Y todo esto en castellano e inglés al mismo tiempo… Como conclusión diré que puede ser absolutamente satisfactorio y productivo hacer las cosas con la prudencia y la consciencia veladas por la ilusión…
Cuéntanos tu relación con los musicales desde el principio.
Yo estaba en tercero de carrera, estudiando Derecho y Empresariales en ICADE. Me sentía profundamente insatisfecho con mi vida y acabé con una depresión. Un médico amigo de la familia me recetó hacer lo que me pidiera el cuerpo, que resultó ser ir a Londres a visitar a mis amigas Leo y Olga. Mientras cenábamos la primera noche, me pusieron el “I still believe” de “Miss Saigón”. Al día siguiente me gasté todo lo que tenía en entradas para musicales. El primero fue “Cats” y en el entreacto ya había decidido, mirando la moqueta del New London, que esto es lo que yo quería hacer el resto de mi vida. Un par de años después debuté con la compañía amateur Teatronamos (que ha sido cantera de tantos excelentes compañeros y profesionales) interpretando el Engineer de “Miss Saigón”.
¿Cuál es tu musical favorito?
“Passion” de Stephen Sondheim. No puedo resistirme a Fosca y me dejo arrastrar una y otra vez por sus períodos de profunda melancolía. Sé que no tengo tesitura para hacer Giorgio. Por eso para interpretar me pido el Bobby de “Company”. Sondheim es la prueba de que Dios existe, sólo un Dios todopoderoso puede crear a alguien así.
Actor y actriz de musicales favorito.
¿Favoritos? Todos los que he sentido cercanos en escena trabajando con honestidad e ilusión. Pero citaré gente con la que me gustaría trabajar de distintas generaciones: Españoles: Joan Crosas y Diego Rodríguez / Marta Ribera y Ruth Calvo. Extranjeros: Michael Ball y Mandy Patinkin/ Angela Landsbury y Audra McDonald.
¿Qué sueñas y aún no has realizado?
Je, je, je… Uno difícil: estrenar un musical de Sondheim con un papel compuesto especialmente para mí. Uno más cercano: estrenar el musical de un amigo muy querido en el Auditorio Nacional con un papel compuesto especialmente para mí …
¿Qué diferencias principales ves entre el teatro musical en España y en Inglaterra?
Básicamente las que hay entre un mercado libre de grandes dimensiones y un oligopolio de tamaño pequeño/medio. El mercado libre permite a los profesionales crecer de forma natural: cambiar de producción con frecuencia, trabajar con equipos con criterios muy diferentes, entrar en múltiples autores, temas y estilos… Te facilita ser cada vez más versátil y explorar tus posibilidades artísticas. En el otro lado está el público, que dispone de una oferta más amplia y se segmenta en sectores más tradicionales y más experimentales. Así la rentabilidad y la creatividad conviven y se retroalimentan haciendo que el mercado crezca y evolucione.
Un consejo para lograr una carrera de fondo.
Tener muy claro (y no olvidar nunca) por qué te has metido en un fregao como éste…
MUSICALS ON LINE, febrero 2011.
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